Cumpleaños: 25 de septiembre
La familia de Ollivander ha trabajado la misteriosa artesanía de las varitas mágicas durante mucho tiempo. Se dice que el nombre de Ollivander quiere decir “aquel que posee la varita de olivo”, lo que sugiere que el Ollivander original llegó a Gran Bretaña desde un país mediterráneo, ya que los olivos no son nativos del Reino Unido. El señor Ollivander cree que sus primeros antepasados en este país llegaron con los romanos, y montaron un puesto (más tarde una tienda) para venderles a los magos británicos cuyas varitas eran de un diseño muy rudimentario y muy inestables.
Varita: Saúco y fibra de corazón de dragón, doce pulgadas y tres cuartos, un poco curva
Casa de Hogwarts: Ravenclaw
Habilidades especiales
Un conocimiento sin igual del arte de la fabricación de varitas mágicas
Parentesco: Padre mago, madre nacida muggle
Familia: Casado, un hijo, una hija (fallecida)
Actividades de ocio:
Ninguna: su profesión es su obsesión
Se puede decir que el señor Ollivander es el mejor fabricante de varitas del mundo, y muchos extranjeros viajan a Londres para comprar una de sus varitas en vez de adquirirlas en sus tierras de origen. El señor Ollivander creció en el negocio familiar, en el que mostró un precoz talento. Tenía la ambición de mejorar el centro y la madera de las varitas usados hasta ahora y desde su más tierna infancia se obsesionó, un poco fanáticamente, con la idea de encontrar la varita ideal.
Antes de que el señor Ollivander se hiciera cargo del negocio, los magos usaban una gran variedad de centros en sus varitas. A menudo, un cliente le traería al fabricante de varitas una sustancia mágica a la que estaban apegados, que hubieran heredado o a la que su familia le tuviera una fe ciega (como se ve en el centro de la varita de Fleur Delacour). Sin embargo, el señor Ollivander era un purista que insistía que las mejores varitas no se obtienen poniendo los bigotes de un Kneazle (ni el tallo de cualquier hierba gitanera que alguna vez salvara al padre de un mago de morir envenenado, ni la melena de algún kelpie que conociera una bruja de vacaciones en Escocia) en el centro de la madera favorita del cliente. Las mejores varitas, pensaba él, tenían centros con sustancias mágicas inmensamente poderosas, que se encerraban cuidadosamente en maderas especialmente seleccionadas y que los complementan. El resultado debería, entonces, completarse encontrándole un dueño con el que la varita tuviera mucha afinidad. Aunque al principio este método revolucionario de fabricar varitas se encontró con bastante resistencia, pronto resultó obvio que las varitas de Ollivander eran infinitamente superiores a cualquier otra que hubiera sido fabricada con anterioridad. Sus métodos de encontrar maderas y sustancias para el centro, combinándolas y encontrándoles el dueño ideal son secretos celosamente guardados y muy codiciados por sus rivales.
lunes, 15 de agosto de 2011
Información sobre Ollivander
Etiquetas: HP-PotterMore
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